miércoles, 13 de enero de 2010

The French Laudry


The French Laundry es reconocido como uno de los mejores restaurantes del mundo, así como lógicamente de los EE.UU, donde este restaurante se ha radicado.Reconocimiento que expresa grandes logros, y logros que en mayor o menor medida, dependen de un nombre: Thomas Keller, el chef del Restaurante “The French Laundry”.Thomas ha convertido aquel viejo recinto de un edificio de piedra ubicado en un pueblito del Valle de Napa, en un sitio acogedor que es destino de muchos viajantes de todas las partes del mundo. Un sitio que tienta y hace temblar los paladares de cada uno de los continentes.
En la primavera de 1992, Thomas Keller viajó al pueblito en el Valle de Napa para conocer un restaurante llamado “The French Laundry”. Un restaurante que pertenecía desde 1978 a Don Schimtt (un antiguo residente del pueblito de Napa) y su esposa Sally, quienes desde su adquisición del local habían renovado la antigua estructura y el menú del sitio. Cuando Thomas entró y caminó por el restaurante, lo supo de inmediato: ese era el lugar que siempre había buscado y anhelado para ejercer su carrera. El restaurante “The French Laundry”, como tal no nació con Thomas ni con su anterior dueño, Don Schimtt. Su historia comenzó en la década de 1920, cuando la estructura edilicia fue comprada por John B. Landale y su esposa, que pusieron en rueda un negocio de restaurante que llamaron justamente “The French Laundry”. “French” por asociación a la alta calidad de servicio que permitían otorgar.
La estructura de roca de 1600 pies cuadrados, es más antigua que todo eso. Fue construida en 1990 por el escocés Gus Clark, por encargo del francés Pierre Guillaume. Su destino primero fue ser salón, pero el destino fue caducado cuando en 1906 el estado prohibió la venta de alcohol en los Estados Unidos, dando comienzo a aquello que conocemos como la ley seca.
Entre la llegada de Kelly y aquel primer salón, pasó bastante tiempo. Pues fue recién en 1994, dos años después de haberle visitado por primera ves, cuando Kelly compró el sitio. Lo cierto es que a pesar de la demora, los comensales del mundo entero quedaron agradecidos.
El inconveniente de tal reconocimiento, es que si uno quiere conocer o volver a disfrutar de The French Laundry, debe reservar una mesa con meses de antelación. De hecho los usual, es no lograr comunicarse fácilmente. Pero si lo logras, no dudes que las molestias van a ser reconocidas y por demás compensadas. Para ello están los platos. Platos como el tartar de salmón en un cono de helado, o el ravioli con trufas negras, que vienen en cajitas parecidas a un humidificador.
Así que si quieres comer en uno de los restaurantes de más prestigio internacional, vete a un pequeño pueblito en la Villa de Napa. Pero eso sí, planea el viaje con un mes mínimo de antelación, de lo contrario cuando llegues, nadie va esperarte con una mesa.



Filosofia de "The French Laundry"


Al final, una gran comida no es de la comida y el vino. una gran comida es una experiencia emocional. tratamos de convertirlo en una extraordinaria mediante la creación de un lugar hermoso, lleno de personal que se preocupa por ella como lo hacen en su hogar y el cuidado de usted como el cliente más importante en ella. nuestros chefs son obsesivos acerca de los detalles culinarios y técnicas fundamentales que son la base de imaginación culinaria y emocionante y una cocina que ofrece los mejores productos de la tierra sobre la mesa. ningún detalle o elemento puede ser menos importante o más importante que otro, porque una gran comida no es algo que te llena. una gran comida es una especie de viaje que se vuelve a las fuentes de placer que puede haber olvidado y lo lleva a donde no han estado antes.

"Respect for food is a Respect for life, for who we are and what we do"
"El respeto de los alimentos es un respeto por la vida, por lo que somos y lo que hacemos"
Thomas Keller

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